En los casos de que exista una chimenea de obra existente (ya sea de hormigón o de ladrillo) si se hace una reforma se debe entubar para asegurar las estanqueidades, la resistencia a condensados, facilidad de limpieza, etc. Estos entubamientos se realizan con chimeneas de simple pared. Sólo en caso de que la chimenea existente no sea recta y no sea posible el uso de conducto rígido, se puede utilizar chimenea flexible de acero inoxidable.